La contractura muscular se da cuando, como su propio nombre indica, un músculo y sus fibras se contraen de forma continuada e involuntaria. Esto provoca dolor y que no lo puedas mover con normalidad.
Y te preguntarás, ¿por qué causa dolor? Al ocurrir esto en el músculo, la sangre no consigue llegar a las células musculares y empiezan a acumularse toxinas que hacen que los nervios del músculo manden señales de dolor a nuestro cerebro.
Las causas de aparición de las contracturas musculares son muy variadas pero entre las más usuales encontramos: el haber realizado deporte de forma inapropiada o tras una lesión grave.
Asimismo, existen varios tipos de contracturas musculares pero las más repetidas son las de la zona cervical y en la espalda.
Esta lesión no es de gran gravedad pero condiciona la vida cotidiana del que lo padece al sentir dolor.
Causas de una contractura muscular
Como hemos mencionado las causas de una contractura muscular son variadas, siendo las más frecuentes las relacionadas con un mal ejercicio físico. A continuación, os explicaremos las más repetidas en nuestra clínica:
Deporte: Los ejercicios donde suele haber un mayor riesgo de aparición de contractura muscular son los de impacto, acción balística y los de tren inferior.
Sedentarismo: El sedentarismo es una causa de aparición de contracturas ya que los músculos no están acostumbrados a hacer esfuerzo y todo lo que hagan le sobrepasa.
Postura estática: Esta causa está muy relacionada con la anterior. Un tiempo continuado en una misma postura, por ejemplo, en un trabajo de oficina, puede ocasionar contracturas.
Edad avanzada: Los músculos de las personas con una edad avanzada son menos elásticos y esto las hacen propensas a la aparición de contracturas.
Estrés: En esta situación, la persona está en constante tensión, lo que hace que sus músculos se contraigan.
Deshidratación: La falta de agua como la de otros componentes como el magnesio, potasio o glucosa aumentan las posibilidades de sufrir una contractura ya que las células de los músculos necesitan de estas sustancias para el correcto funcionamiento.
Tipos de contracturas
Los tipos de contracturas van ligadas a cómo se producen y podemos distinguir entre:
Adherencia: Se produce por la falta de movimiento. Tu cuerpo te está pidiendo hacer ejercicio para funcionar mejor.
Adherencia del tejido cicatricial: También va ligado a la falta de movimiento pero esta vez, se forma una cicatriz que te limita la movilidad.
Contractura mioestática: Se produce por un movimiento brusco pero el dolor es momentáneo y es muy fácil de curar.
Contractura irreversible: Esta contractura se da cuando los tejidos del músculo, blandos y conjuntivos, se sustituyen por el óseo.
Contractura pseudomioestática: Esta contractura la causa el sistema nervioso central.
Tratamiento de una contractura muscular
Hay varias formas de tratar una contractura muscular pero siempre os aconsejamos que sea de mano de un profesional de la Fisioterapia.
Terapia Manual: Mediante masaje, estiramiento, inhibición muscular.
Punción Seca: Terapia a través de la cual mediante una aguja de Acupuntura se trabaja las Miofibrillas musculares y el tejido diana provocando una Respuesta de Estímulo Local (REL) e inhibiendo la musculatura afectada.
Terapia de Vacío Intermitente: Physium System realiza un bombeo muscular y vascular relajando el tejido afectado.
Neuromodulación Percutáanea: colocando agujas en el recorrido del nervio afectado por la contractura y aplicándole una corriente analgesica a las agujas, provocando relajación instantánea.
Ultrasonidos
Láser de alta potencia
Dieta equilibrada: Aumento del potasio en la dieta de la persona.
Laserterapia
Aplicación de acupuntura
Physium
Electroterapia
Autor: ADMINISTRADOR
04 de Agosto de 2023